lunes

¿Qué me ocurre, Doctor?

Un rato después mis padres se presentaron para recogerme.
Por suerte soy bastante sincera con mis padres así que ellos ya sabían que había ido a una barrilada y también que había bebido. Nos ahorramos una ronda de preguntas y me llevaron directamente al ambulatorio.
Allí me vendaron el pie, me mandaron ibuprofeno y para casa.
Estuve sin poder andar todo el fin de semana y a partir del martes ya podía apoyar el pie.
El miércoles, cojeando, fui al instituto y andé más de la cuenta. El jueves casi no me podía mover. Bueno, esta bien, podía andar pero dolía...
Así que el jueves por la tarde volví al ambulatorio y esta vez no me mandaron ibuprofeno, me dieron malas noticias.

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